Una muy pero que muy buena sorpresa
“Fuimos a comer un domingo casi por casualidad y dejándonos llevar por las críticas... Al llegar nos encontramos con un lugar acogedor, pequeño, con cuatro mesas y regentado por un hombre que se ve que pone pasión en lo que hace.
Buena atención, buena pero que muy buena comida y una sensación de querer repetir en cuanto se dé la ocasión.”